Con la nostalgia del Cali Pachanguero


‘Moncho’ Santana fue la voz que inmortalizó el himno salsero de la ‘sucursal del cielo’. Hoy, casi de incógnito, recorre la ciudad a la que un día le cantó. Historia de un reencuentro.

Por Lucy Lorena Libreros
Reportera de El País
Publicado 27 de diciembre 2006 - El País
Foto: Aymer Álvarez

El Cali Pachanguero que entonó aquella noche, en una discoteca de Nueva York, sonó como una serenata a la nostalgia. Las lágrimas fueron inevitables. ‘Moncho’ Santana completaba ya catorce años sin pisar su ciudad. La de romántica luna, donde el jilguero canta, donde las calles se levantan, adornadas de mujeres sin par.

Al otro lado de la tarima no se veían figuras ‘azotando’ baldosa. El público, apretujado como en una caja de recuerdos, era un solo coro:"Que todo el mundo te cante,que todo el mundo te mime, celoso estoy pa’ que mires,no me voy más ni por miles".No era la primera vez que Luis Alfonso Peña Sánchez, como se llama realmente el hombre que le dio voz al himno salsero de los caleños, confirmaba que en tierras lejanas esta canción era más un bálsamo para el alma, que una excusa para mover el cuerpo.

Por ironías del destino, esa noche él mismo se sentía un espejo del tema que puso a delirar a toda una ciudad del "puente para acá". Estaba indocumentado, solo en un pequeño apartamento de Queens, donde vivía con el temor de ser repatriado a Colombia. De haber sido así, en la maleta no habría podido empacar nada más que una decena de Navidades en soledad. ...

"Si supieras la pena que un día sentí, cuando enfrente de ti tus montañas no vi"...

El paisaje de esa Cali amada se le perdió a ‘Moncho’ un jueves decembrino de 1985, cuando empacó su desilusión rumbo a Estados Unidos, a través de ‘el hueco’, en la frontera con México. Triste destino para quien era entonces uno de los artistas más famosos de la ciudad. Hoy recuerda que en aquel entonces no tenía tiempo, ni cabeza, para pensar en una visa americana que le ahorrara el sacrificio de entrar de manera ilegal a un país donde otras veces había estado de gira.

Quería huir. No le avisó a nadie. Ni siquiera a sus compañeros del Grupo Niche, con quienes compartió un año de triunfos, al compás de ‘No hay quinto malo’, álbum al que muchos consideran la mejor producción de esta orquesta en toda su historia. Poco tiempo después de su partida, inexplicable a los ojos de muchos, los rumores comenzaron: que tenía cáncer en la garganta, que lavaba platos en Estados Unidos, que lo habían visto vendiendo perros calientes, que el vicio le había podido más que el talento...

Desde 1987 su vida se convirtió en un misterio para sus seguidores. Ni siquiera los músicos que venían de tierras ‘gringas’ traían nuevas noticias sobre el padrino del Cali Pachanguero. La voz que puso a bailar a la capital del Valle, a mediados de los 80, había desaparecido. Hoy, más de 20 años después, ‘Moncho’ habla con claridad sobre aquellos días: "No me fui de Niche porque tuviera cáncer, porque fuera un ‘tomatrago’ o porque me hubieran echado. Simplemente, porque estaba seguro de que no se me pagaba lo justo, porque me prometieron regalías y nunca me cumplieron. Yo sabía que se estaban lucrando con mi voz y me sentí desilusionado; por cuenta de esos comentarios se me cerraron muchas puertas".

"A millas siento tu aroma"...
Los recuerdos se le revuelven a este caleño de 50 años, mientras habla sentado en un sofá de la pequeña casa donde vive su familia en el barrio Floralia, al nororiente de Cali. Hace una semana se reencontró con los suyos, luego de un largo viaje desde Cuernavaca, México, donde vive y trabaja desde hace un año en compañía de Héctor Viveros, también ex integrante del Grupo Niche. Ambos son vocalistas de la agrupación Estrellas de Niche, famosa en tierras manitas.

Pero dos décadas no han sido suficientes para borrar las heridas. La voz se le entrecorta cuando recuerda esos siete días de travesía por la frontera mejicana, en los que debió apaciguar el cansancio y el hambre con la esperanza de que la revancha salsera le ‘sonara’ en la Capital del Mundo.

Y no pasó mucho tiempo antes de que el desquite llegara. Luego de intentar hallar un lugar en otras agrupaciones, ‘Moncho’ armó su propio combo, con el que grabó tres producciones, entre ellas From Cali With Love, la más aplaudida de todas. Trabajos de los que salieron éxitos como Vendedora de Amor, Imagínate en Mis Manos y Tendría que Llorar por ti.Ello, sin embargo, no fue suficiente para mantenerlo en la escena salsera.

A partir de 1989 vinieron nueve largos años de silencio musical, en los que su vida sufrió un vuelco. Se separó de su esposa, "porque no me aguantó tantos deslices", y de sus dos hijos menores, quienes aún viven en Nueva York. Los otros cuatro permanecen en Cali. Encontró refugio en la zapatería y en una fuerza de voluntad que no le permitió dejar de pensar en que algún día regresaría a la capital del Valle.

Desde el 2001, su nueva situación legal lo hizo posible; consiguió papeles y se le abrieron las puertas para regresar a su ciudad. Pero ya no es lo mismo. Lejos de la fama que lo subió a la cima en 1984, hoy de ‘Moncho’ pocos se acuerdan. Ya no llena las casetas de Feria en las que otrora se presentaba hasta tres y cuatro veces en una misma noche. Por estos días, el Cali Pachanguero suena en todas partes, pero su intérprete en ninguna.

Ese olvido lo hace pensar, por momentos, en desistir de la música. "Estoy en un momento clave de mi vida, tengo 50 años y estoy doblando la esquina, el último vagón del tren ya me está pitando", dice Luis Alfonso. Pero pese a los malos recuerdos, ‘Moncho’, el hijo del barrio El Porvenir que hace 33 años nació para la música con el Grupo de los Hermanos Jordán, dice ya no bailar con los rencores.
Ni siquiera con los que llegó a sentir por Jairo Varela. La herida quedó sanada una noche en que coincidió con el Grupo Niche en una discoteca neoyorquina. Aunque ‘Moncho’ creía que el director de la orquesta caleña lo ofendería por interpretar sus éxitos, Jairo no tuvo más que palabras de agradecimiento y hasta pidió un aplauso para su ex vocalista estrella.

"La música me ha negado muchas cosas, pero me dio una muy grande: haber cantado el Cali Pachanguero. Ser su intérprete representa mucho para mí, es saber que con esa canción puedo mover los sentimientos de gente que algún día ha estado igual que yo, alejado de la ciudad que ama".
"Cualquiera justo razona, que Cali es Cali, señores, lo demás es loma".
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"Me gusta más cantar el 'Cali Pachanguero' cuando estoy fuera de mi país, porque allá la gente la siente más. A veces, cuando paso por algún lugar donde suena el Cali Pachanguero,, me provoca decir: "ese disco lo canto yo"...
'Moncho' Santana, ex vocalista del Grupo Niche

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